Tenemos
que hacer un trabajo, nos hemos comprometido a ello. No podemos adoptar una
actitud negativa. De qué nos serviría. Pensadlo por un momento y pensadlo bien.
Pongamos que tenemos que limpiar una estantería. Si antes de hacerlo nos
pasamos una hora despotricando contra el proceso de limpieza, quejándonos,
analizando sus sutilezas morales, ese proceso se hará más difícil de lo que es.
Todos sabemos que esa estantería acabará limpiandose de un modo u otro. La
pregunta es: ¿prefieres que lo haga otro? El objetivo es cobrar la paga, ¿cuál
es la mejor forma de afrontar el trabajo?, ¿qué estado mental te ayudará a
limpiar esa estantería bien y rápido?, ¿contento o amargado?
Pensadlo. Creo que debemos dejar de analizar las quejas, cada minucia de lo que hacemos en términos absolutos de bueno o malo, lo importante es adoptar una actitud positiva. Y en ese sentido, espero lo mejor de vosotros.
Pensadlo. Creo que debemos dejar de analizar las quejas, cada minucia de lo que hacemos en términos absolutos de bueno o malo, lo importante es adoptar una actitud positiva. Y en ese sentido, espero lo mejor de vosotros.
Si señor....empezemos el 2012 con positividad que al final el camino se hace igual, sonriendo y disfrutando del viaje o triste hundido en el silencio...eh,enhorabuena por tu blog Sako,un abrazo tio
ResponderEliminarGracias JuanCar, un abrazo grande para un ilustrador grande
ResponderEliminarPues yo veo tanta positividad sospechosa. No puedo evitarlo. Mira que intento verlo todo por el lado bueno, pero no hay forma.
ResponderEliminarTienes razón, este relato está hecho en sentido contrario al que parece. Poco vales si cualquiera puede hacer tu trabajo. Pero también depende del contexto en el que lo situemos. Creo que ahí reside su ambigüedad.
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