Tu amor es “pronto”,
“mañana”, “probablemente”, tu amor está lleno de adverbios que retrasan
nuestros besos; en tu amor solo hay excusas y Complementos del Nombre, “la casa
de mis padres”, la cena con los amigos”, y ese Suplemento que surge en los
mejores momentos, “el dolor de cabeza”; en tu amor ya no hay subjuntivos, el
deseo de estar juntos, sino mandatos, “vamos, que llegamos tarde”, “olvida eso
y levántate”; tu amor se ha vuelto insoportable con las subordinadas de objeto
directo, “te dije que aceptaras ese trabajo”; tu amor se ha vuelto un monólogo, empieza y cierra las historias sin
que logre averiguar cuál es el sujeto de este amor que ya se nos ha ido de las
manos.